
sobre los códigos sagrados
Los Códigos Sagrados numéricos que se conocen hoy fueron canalizados por José Gabriel Uribe, conocido como Agesta.
Sirven para elevar la vibración, manifestar intenciones (abundancia, salud, protección, amor), limpiar energías negativas, conectar con lo espiritual, y alinear el interior con lo que deseas en lo exterior.
Algunos pasos comunes: definir claramente la intención, elegir el código adecuado, repetir el código con fe, claridad y presencia, visualizar o sentir como si ya estuvieras recibiendo lo que deseas.
Sí. Puedes decirlos como una sola secuencia numérica, número por número, en parejas, o de la forma que te salga del corazón, según lo que resuene contigo. No hay una regla rígida en ese sentido.
Sí, puedes… pero mi recomendación es que, si estás comenzando te enfoques en uno por vez.
¿Por qué? Porque tu energía se dispersa menos y se concentra más. Cuando eliges un solo código y lo repites durante varios días seguidos, creas un campo más coherente, más estable, más fuerte.
Ahora, si hay dos áreas que quieres trabajar (por ejemplo, abundancia y protección), puedes usar un código por la mañana y otro por la noche, pero sin mezclar intenciones.
Menos es más.
No te preocupes. Este camino no se trata de castigo, ni de rigidez.
Los códigos sagrados funcionan por la intención sostenida en el tiempo, no por la perfección. Si un día te olvidaste, simplemente vuelve al día siguiente. Si hiciste 30 repeticiones en lugar de 45, agradece igual, cierra con amor, y sigue adelante.
La energía divina no necesita control, necesita conexión.
Idealmente, sí. Puedes repetir el mismo código todos los días hasta que sientas paz interior respecto a tu petición.
A veces verás resultados rápidos, y otras veces no notarás cambios inmediatos, pero estarás moviendo energía profunda, limpiando bloqueos, entrenando tu fe.
Lo importante es que sientas que estás caminando hacia lo que deseas, desde un lugar de calma y certeza.
Como tú lo sientas. Puedes hacerlo mentalmente, en voz alta, cantando, escribiendo…
Lo esencial es que mantengas el enfoque y la emoción. Esa es la verdadera frecuencia que activa el código.
Si estás en un lugar público, repítelo en silencio. Si estás sola y quieres hacerlo en voz alta, ¡hazlo con fuerza y alegría!
No hay un plazo fijo para todas. Puede variar bastante: algunas personas reportan cambios rápidos, otras sienten transformaciones más sutiles que toman su tiempo.
La limpieza energética interna puede preceder a las manifestaciones externas.
Primero, abraza tu proceso sin juicio. A veces los resultados llegan en formas que no esperas.
Tal vez no se manifiesta dinero de inmediato, pero sí te llega una idea, una oportunidad, una persona clave.
También puede que tu vibración se esté limpiando primero… liberando miedo, duda o creencias limitantes. Eso ya es un avance enorme.
Y si sientes duda, no te castigues. Simplemente vuelve a tu corazón. A tu intención. A tu fe.
La duda es parte del proceso. No hace falta ignorarla, pero sí reconocerla, y alinear tus pensamientos con la intención de fe, confiar.
Repetir con la intención de creer puede ayudar a disipar la duda.
Hay muchas listas en internet, pero yo te recomiendo que vayas siempre a la fuente original. En este caso, los códigos canalizados por Agesta.
Yo tengo una recopilación confiable compilados por Diana Ceron, que puedes descargar aquí arriba.
Pero recuerda: no te abrumes si ves un mismo número con distintas intenciones. Lo que activa el código es tu propósito. Es tu energía. El mismo código puede servir para diferentes cosas, y eso está bien. Tú decides el canal que se activa con tu conciencia.
No, mi amor. Los códigos son una herramienta más. Una poderosa, sí… pero no mágica ni excluyente.
Si activas un código para atraer dinero, pero no abres tu agenda a nuevos clientes, no revisas tus precios, no te permites recibir… estás bloqueando lo que pediste.
Esto es un baile entre lo energético y lo terrenal. Entre la fe y la acción. Entre lo invisible y lo concreto.
Y eso es hermoso, porque significa que tú tienes el poder. Tú eres el canal. Tú eres la creadora de tu abundancia.
Algunas personas reportan que durante la práctica pueden aparecer síntomas como sueño, irritabilidad, sueños vívidos, dolores de cabeza suaves u otras “limpiezas energéticas”. Se interpreta como que están saliendo bloqueos.
En general se recomienda descansar, hidratarse y acompañar la experiencia con auto-cuidado.
Sí, si sientes resonancia. Pero con criterio: asegurándote de que no haya conflicto de intención, de vibración, o de orientación espiritual, y siempre escuchando tu intuición.
No todas las fuentes lo mencionan claramente, pero muchas comunidades lo practican así.
Elena Dávila